¿Te gustaría mantener tu sofá como el primer día?
Cuando nos decidimos a comprar un nuevo sofá para nuestro hogar o segunda residencia, son muchos los aspectos a tener en cuenta para no equivocarse en la elección. Nuestro nuevo sofá debe reunir una serie de características, para que los momentos que pasemos descansando en él resulten verdaderamente agradables y placenteros. Lo primero en lo que nos fijamos, casi siempre, es en un modelo concreto que nos entra por los ojos y pensamos, ¡este sofá es para mí! o ¡ha llegado el momento de cambiar de sofá!...
En la mayoría de los casos cuando nos decidimos a cambiar un sofá o sillón de buena calidad por uno nuevo, es por el desgaste que con el paso de los años puede haber sufrido el tejido que lo recubre. O simplemente porque ese modelo ya no nos resulta tan atractivo, o nos parece un poco pasado de moda, o necesitamos un sofá más amplio.
Que un sofá sufra daños estructurales, como que un brazo se haya despegado o la estructura esté descuadrada, resulta bastante inusual. Otra cosa son los sofás de muy baja calidad. Los conocidos comúnmente como sofás de ‘papel’, que con solo mirarlos parece que se van a desmontar, ya no digamos si nos sentamos en ellos.
Evidentemente es la tela la que sufre los daños y el desgaste del día a día, pues sobre ella nos sentamos, tumbamos, apoyamos la cabeza, arrastramos el pantalón vaquero (cuidado con esto), se mancha de comida cuando estamos jugando con los niños, o mientras vemos un partido de fútbol o una película. También es la tela la que puede padecer las uñas de nuestro gato y va acumulando los pelos de nuestras mascotas. Con el paso de los meses, aún siendo muy cuidadosos, la tela es siempre la que más sufre.
Por todo esto y mucho más, el equipo especializado de vendedores de Tutto Confort ha elaborado una serie de consejos, muy prácticos y útiles, que si los aplicas ayudarán a que tu sofá permanezca más tiempo como el primer día.
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1. Si el sofá es desenfundable y el tejido permite ser lavado.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta para poder limpiar adecuadamente el revestimiento de nuestro sofá, es si sus almohadas son lavables. Conviene leer muy detenidamente las características de la tela.
Si lavas alguna funda en la lavadora conviene que la vuelvas del revés, con el fin de evitar que durante el lavado las cremalleras o el velcro puedan dañar la cara buena de la tapicería.
Recomendamos hacer una prueba de lavado con una funda antes de lavarlas todas, siempre que tu tapicería lo permita.
Es conveniente saber que si tu tapicería está confeccionada con chenilla, es normal que con el uso se puedan presentar ligeras marcas con cambio de tonalidad.
Es muy importante respetar siempre las normas de lavado recomendadas por el fabricante para cada tapicería.
Si tu sofá es de piel, te recomendamos leer este otro artículo dedicado exclusivamente a este tipo de revestimiento, que en Tutto Confort tanto nos gusta para un sofá. Cuidados sofás de piel.
Para un correcto mantenimiento de los sofás de tejidos se recomienda un lavado máximo a 30ºC de temperatura. Utilizando siempre detergentes neutros, sin blanqueantes y sin centrifugar. Para planchar el tejido es recomendable hacerlo con una temperatura máxima de 100ºC. En el caso de las microfibras, los tejidos que hoy por hoy más habitualmente eligen nuestros clientes para su sofá, no es necesario el planchado.
En cuanto al cuidado de la tapicería, independientemente de las distintas composiciones de cada tejido, siempre recomendamos la limpieza en seco. Comparado con la ropa, un sofá lo debemos tratar como un traje o abrigo, no como una camisa o unos vaqueros.
Si algo debemos tener muy presente es que para quitar cualquier mancha en los tejidos o en las pieles, NUNCA UTILICES AMONIACO, NI SIQUIERA DILUIDO EN AGUA. Utiliza siempre toallitas de bebé o un pañito blanco humedecido con agua y jabón neutro, como el que usamos para lavar nuestras manos.
2. Cuidados periódicos para nuestro sofá.
Para mantener nuestro sofá como el primer día es muy recomendable que cada vez que hagamos limpieza en casa, sí ya sabes, lo que nos toca el fín de semana, eso de pasar la aspiradora, poner la lavadora a toda marcha y demás tareas, le prestemos también algo de atención a nuestro sofá. Sugerimos usar un atrapa polvo, y desplazarlo por las partes donde se pueda acumular suciedad. Usando un plumero evitaremos que el polvo descanse sobre el sofá. Utilizando la aspiradora podemos recoger posibles pelusas, migas de pan, o pequeños trocitos de alimentos que se meten por los huecos del sofá.
Los almohadones de rellenos de fibra es aconsejable periódicamente golpearlos, como si se tratase de un edredón nórdico, para que estos no se apelmacen y siempre esté la fibra suelta.
3. El lugar donde está ubicado el sofá.
Los pasos anteriores son muy importantes para que nuestro sofá o sillón tenga una vida mas larga y se mantenga en buen estado. Quizás son mas evidentes que este tercer paso que pasamos a comentaros, el lugar donde está situado nuestro sofá.
Es muy común que debido a las características de nuestro salón, o por espacio, o estética, no nos quede más remedio que colocar el sofá en un determinado lugar. Pero…. ¿Es realmente el sitio más apropiado para mi sofá?
Se dan muchos casos de sofás que están literalmente pegados a una ventana, por donde en días muy calurosos los rayos del sol penetran con toda su intensidad, impactando directamente sobre él. Todos hemos comprobado alguna vez lo que es capaz de ocasionar el sol sobre la tela de una cortina, o sobre un objeto de plástico, cuando reciben constantemente la luz solar. Con el tiempo se deshacen en mil pedazos. Pues imaginar qué le puede suceder a la tela de nuestro sofá. En primer lugar perderá su color original, menguará su tono e intensidad, adquirirá un color mortecino, sin vida, y después se acabará volviendo frágil, débil, y probablemente empezará a sufrir algún que otro desgarre.
También es común situar el sofá cerca de fuentes de calor como radiadores o estufas. Pues la lo sabes, toma nota, evítalo, porque ese calor constante provocará idénticos efectos en tú sofá.
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4. Condiciones de uso.
La vida estimada de un buen sofá puede prolongarse en el tiempo enormemente dándole un uso adecuado. Por ello no lo someta a condiciones extremas de humedad, temperatura y luz. No lo arrastres, no lo golpees, ni hagas un uso abusivo del mismo.
Los apoyabrazos de los sofás o sillones no están concebidos para sentarse encima, están fabricados como bien indica la palabra para apoyar sus brazos. No es lo mismo el peso del apoyo de un brazo, que el peso completo de una persona.
Los asientos extensibles de bandeja volada al aire, tampoco están diseñados para sentarse en los bordes, su función es solo para el apoyo de las piernas y no para soportar todo el peso corporal de una persona.
El uso adecuado de los sistemas relax en asientos motorizados debe ser siempre el siguiente. Para sentarse o levantarse de un sofá o sillón relax motorizado este siempre tiene que estar en posición CERRADO. Nunca hay que sentarse o levantarse de un sofá o sillón relax motorizado en posición ‘abierto o extendido’.
Como puedes ver para el mantenimiento de nuestro sofá la norma número uno es el sentido común. Si sigues nuestros consejos seguro que alargarás la vida de tu sofá muchos años.